En un continente de abrazos y tribus, la soledad avanza. Julio, Mes del Bienestar Social, nos invita a reconectar con vínculos que sanan.
Julio, el mes para sanar el alma: cómo fortalecer tus vínculos y mejorar tu bienestar social
Por Esteña Press
Julio, el mes para sanar el alma
Cómo fortalecer tus vínculos y mejorar tu bienestar social
En un continente donde la familia es tribu, el mate se comparte y el abrazo es idioma, la soledad sigue creciendo como una pandemia silenciosa. Julio, declarado Mes del Bienestar Social, nos recuerda que construir relaciones sanas no es un lujo… es una necesidad vital.
En América Latina, la calidez humana es sello de identidad. Desde un asado en Uruguay hasta un cafecito en Colombia o una sobremesa en México, el vínculo social forma parte de nuestro ADN cultural. Pero aun en medio de tanta cercanía, millones de personas se sienten solas.
Según la Asociación Americana de Psicología (APA), el 30% de los estadounidenses reporta sentirse frecuentemente solo, y las cifras en Latinoamérica no son tan distintas. En tiempos de hipersaturación digital y vínculos efímeros, la salud emocional está en riesgo.
Por eso, desde los años 2000, julio se celebra como el Mes del Bienestar Social. Una fecha para detenernos, observar cómo nos relacionamos y sanar nuestros lazos más importantes. Porque la ciencia ya lo confirmó: nuestras conexiones afectan directamente la salud física, mental y emocional.
¿Qué es el bienestar social?
No se trata solo de tener muchos amigos o familiares cerca, sino de cómo nos sentimos en esas relaciones. El bienestar social tiene que ver con la calidad del vínculo, el respeto mutuo, la empatía, la contención. Es la red invisible que nos sostiene cuando todo se tambalea.
Según estudios de la revista Psychiatry, el apoyo social de calidad mejora la autoestima, reduce el estrés, fortalece el sistema inmune y disminuye síntomas de ansiedad y depresión. En pocas palabras: quien tiene buenos vínculos, vive mejor.
¿Cómo fortalecer nuestras relaciones?
En nuestras ciudades —caóticas, bellas, desiguales— no siempre es fácil generar nuevos lazos. Pero tampoco es imposible. Aquí, algunos caminos posibles:
- Reconectar con los tuyos: Llamar a esa tía que extrañás. Escribirle a tu excompañero de facultad. Recuperar la charla con tu hijo adolescente.
- Participar en comunidad: Desde clubes barriales hasta ferias culturales, en Latinoamérica abundan los espacios para encontrarse.
- Escuchar con el corazón: No interrumpas. Mirá a los ojos. Preguntá de verdad.
- Ser auténtico: Mostrar vulnerabilidad genera confianza. Ser uno mismo es el mayor acto de valentía relacional.
- Poner límites sanos: El amor no se mide por sacrificio, sino por respeto mutuo.
- Cuidarte también es cuidar: Dormir, comer bien, hacer ejercicio y pedir ayuda cuando algo no está bien… también es parte de construir vínculos sanos.
¿Y si necesito ayuda?
En la región, la terapia psicológica todavía arrastra estigmas, pero eso está cambiando. Hoy existen opciones accesibles, online o presenciales, para trabajar tus habilidades sociales, tu autoestima o tu ansiedad relacional. Un estudio de 2022 demostró que la terapia cognitiva virtual fue efectiva para reducir síntomas de ansiedad social y mejorar las relaciones interpersonales.
En Uruguay, si necesitás contención emocional, podés comunicarte gratuitamente con la Línea de Apoyo Emocional al 0800 1920. Funciona las 24 horas, los 7 días de la semana, y está disponible para cualquier persona que esté atravesando un momento de crisis, angustia o soledad.
Sin lugar a dudas Julio nos regala una oportunidad poderosa: volver a mirar al otro como espejo y sostén. En un continente donde la afectividad es bandera, el desafío es volver a lo esencial. Porque los vínculos no se construyen solos. Y porque el bienestar siempre empieza por casa.