El color del año: Cada diciembre, el Pantone Color Institute nos sorprende anunciando el Color del Año
Por Soledad Ordeix
El color del año
Más que una tendencia, un reflejo del espíritu de la época
El color del año: Cada diciembre, el Pantone Color Institute nos sorprende anunciando el Color del Año, esa tonalidad que no solo marca tendencias, sino que engloba el espíritu del momento para el año que está por comenzar. Pero, ¿cómo se elige ese color? Detrás de cada elección hay una investigación exhaustiva que cruza tendencias globales, análisis culturales y, claro, un profundo debate entre expertos en color.
El proceso comienza observando qué colores predominan en áreas como la moda, el diseño de interiores, el arte, el entretenimiento y hasta la tecnología. El equipo de Pantone examina cómo los colores reflejan emociones colectivas y los cambios sociales que estamos atravesando. También se consideran eventos globales, ya sean políticos, económicos o medioambientales, que influyen en nuestro estado de ánimo colectivo.
Después, llega el turno de los expertos. Pantone reúne a especialistas internacionales en color para discutir qué tonalidades encapsulan mejor las aspiraciones y necesidades de la sociedad. Tras un intercambio de ideas y también análisis, se selecciona un color que no solo refleja el presente, sino que también inspira hacia el futuro.
Por ejemplo, el 2024 estuvo teñido de 13-1023 Peach Fuzz, un tono durazno suave que evocó calidez y alegría, recordándonos la importancia de disfrutar los placeres simples de la vida. Un contraste notable con el 18-1750 Viva Magenta de 2023, que destacó por su audaz energía y optimismo, ideal para un momento donde la humanidad buscaba conectar lo natural con lo digital.
Para 2025, el elegido es el 17-1230 Mocha Mousse, un marrón cálido y rico que evoca las reconfortantes esencias del cacao, el chocolate y el café. Este color llega en un momento donde buscamos calma y bienestar en medio de un mundo acelerado y caótico.
Aunque el marrón tiene su historia, su última gran relevancia como tendencia se remonta a los años 60 y 70, cuando dominaba las paletas combinándose con naranjas y amarillos vibrantes. Posteriormente, cayó en desuso por asociarse con lo anticuado. Sin embargo, su versatilidad en el diseño de interiores y la moda lo ha reivindicado como un tono acogedor y sofisticado. Psicológicamente, transmite calma y confianza, aunque usado en exceso puede resultar monótono.
Un detalle interesante de Pantone es su tendencia a elegir colores inspirados en alimentos u objetos cotidianos. Esto no es casualidad: estos tonos conectan emocionalmente porque evocan recuerdos y sensaciones que apelan a nuestros sentidos. Mocha Mousse, por ejemplo, nos transporta al confort de un chocolate caliente o un café al atardecer, que genera calidez y nostalgia.
Además, colores como este resaltan valores como la sostenibilidad y lo natural, una tendencia creciente en el diseño actual. Su versatilidad es clave, se adapta tanto a la moda como a la decoración y el diseño gráfico, logrando un equilibrio entre lo familiar y lo moderno.
En el mundo de la moda, el Mocha Mousse va a ser el protagonista de looks que combinan lo clásico y lo contemporáneo. Lo podremos ver en piezas de sastrería como abrigos, trajes y pantalones, aportando un toque sofisticado y atemporal. Este tono también será clave en tejidos naturales como la lana, el cuero y el lino, reforzando su conexión con lo orgánico y sostenible. En prendas más casuales, va a destacar en buzos oversize, hoodies y conjuntos de loungewear. Además, su versatilidad lo hará ideal para combinar con tonos neutros como beige, blanco y gris, o incluso como contraste con colores vibrantes como el azul o el verde para darle un giro moderno y jugado a cualquier outfit.
El color del año de Pantone no es solo un color. Es una historia que conecta con el contexto cultural, social y emocional del momento, marcando tendencias y dejando huella en cómo nos relacionamos con el color en nuestras vidas.