Un escritor, un barrio con nombre gringo y una biblioteca.

Damián González Bertolino: escritor, profesor de literatura y gestor cultural, vivió la mayor parte de su vida en el hoy desaparecido Barrio Kennedy (1961-2024) de Punta del Este.

La historia de este barrio y su icónico nombre se remonta a 1961, cuando nació como un barrio obrero durante una reunión del Consejo Interamericano Económico y Social (CIES), en la que se dieron cita en Punta del Este representantes de las repúblicas americanas, incluidos el famoso «Che» Guevara y Robert Dillon, secretario del Tesoro de los Estados Unidos en ese momento. El nombre del barrio proviene de un esfuerzo del presidente John F. Kennedy por fundar vecindarios que llevaran su nombre, como parte de la Alianza para el Progreso, un ambicioso programa estadounidense en América Latina en el contexto de la Guerra Fría. Por este motivo, hay barrios que llevan su nombre en Brasil, Colombia, Guyana, México, Venezuela y, hasta hace poco, en Maldonado, Uruguay.

A lo largo de los años, el barrio fue creciendo en población, pero no en servicios. Tampoco se realizó una subdivisión del padrón, y con el tiempo comenzó a ser considerado como un asentamiento, con el estigma que esto conlleva.

Para Damián y su familia, este barrio con el nombre de un presidente estadounidense fue su hogar, el lugar donde un niño de nueve años escribió su primer cuento para la escuela, descubrió el poder de la palabra escrita y se enamoró perdidamente de la literatura. Este amor lo acompañó hasta el día de hoy y lo llevó no solo a escribir varios libros que captaron reconocimiento internacional, sino también a convertirse en profesor de literatura. Posteriormente, fundó la biblioteca comunitaria Kennedy Cultura Feliz para la gente de su barrio.

El lunes 21 de octubre de 2024 se demolió la última vivienda del Kennedy y se finalizó el realojo de 530 familias en un nuevo suburbio llamado «Los Caracoles», al que muchos llaman el «Nuevo Kennedy». También se derribó la vivienda donde Damián había crecido y, años después, había instalado en su garaje la biblioteca comunitaria para los vecinos.

Hoy, tanto la biblioteca como Damián enfrentan un nuevo desafío: instalarse en el Nuevo Kennedy, donde se ha destinado un edificio especialmente para este fin. La reubicación del barrio ofrece nuevas oportunidades para los habitantes, especialmente para la biblioteca, que ahora podrá añadir actividades educativas y recreativas para la comunidad, como proyecciones de cine al aire libre, entre otras.

Esperamos ansiosamente la reinauguración de la biblioteca en su nuevo hogar.