Renová tu vida: cerrá ciclos y abrí el corazón a lo nuevo

Renová tu vida:
cerrá ciclos y abrí el corazón a lo nuevo

Todos deseamos ser libres, auténticamente libres. Pero alcanzar esta libertad puede ser un desafío cuando nuestra vida está condicionada por las expectativas ajenas y los patrones que heredamos. ¿Cuántas veces nos sentimos atrapados, repitiendo historias, deseando cambios que nunca llegan?

La verdadera libertad no consiste en hacer lo que queremos sin límites, sino en sentir que lo que hacemos está alineado con nuestra esencia. Sin embargo, muchos de nosotros priorizamos lo externo: buscamos la aprobación de los demás, seguimos normas que no elegimos conscientemente o cargamos con emociones y situaciones que no hemos sanado. Esto nos lleva a problemas emocionales, conflictos en nuestras relaciones y, sobre todo, a desconectarnos de quienes realmente somos.

El cierre de un año es una oportunidad perfecta para detenernos, mirar hacia adentro y hacernos preguntas que nos ayuden a reflexionar. Porque ser libre implica mucho más que soltar; es un acto de conciencia en el que nos damos permiso para dejar de culpar a los demás, tomar responsabilidad y empezar a mirar nuestra vida desde una perspectiva diferente.

Cuando comprendemos que nuestras relaciones, nuestras experiencias y todo lo que nos rodea son un espejo, nuestra percepción del mundo cambia. Lo que más me gusta y lo que más me molesta del otro siempre tiene que ver conmigo.

Aceptar esto no es fácil, porque implica abandonar la comodidad de culpar al entorno. Pero cuando empezamos a pensar así y practicarlo, dejamos de lamentarnos por lo que fue y nos centramos en lo único que tenemos: el presente. Esta forma de mirar la vida no solo nos libera de cargas, sino que nos permite renacer y elegir, una y otra vez, quiénes queremos ser.

Un ejercicio para cerrar ciclos y renacer

Te invito a tomar lápiz y papel para realizar este ejercicio mientras leés. Es una oportunidad para reflexionar sobre el año que termina:

1. Propósito del año: Preguntate: ¿Para qué existió este año en mi vida? ¿Qué me vino a enseñar?
2. Celebrá lo positivo: ¿Qué fue lo que más me gustó? Reconocerlo te conecta con la gratitud.
3. Aprendé de los desafíos: ¿Qué fue lo que menos me gustó? ¿Qué puedo aprender de eso?
4. Agradecé todo: Agradecé lo bueno y lo difícil. Ambos forman parte de tu camino.
5. Abrí el corazón a lo nuevo: ¿Cómo quién quiero renacer en esta fecha? ¿Qué nuevas decisiones puedo tomar para abrir nuevos caminos?

Cerrá ciclos con gratitud, perdoná lo que sea necesario y disponete a reinventarte. Hoy podés decidir cómo vivir tu vida y quién querés ser. ¡Te deseo un cierre de año consciente, lleno de gratitud, renovación y nuevas oportunidades!