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Lo que excluimos

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Hace un tiempo aprendí un término budista que me gustó mucho. Al referirse a la mente humana y a su sufrimiento, la religión budista habla del «rechazo ignorante» y del «apego ignorante».

Renová tu vida: cerrá ciclos y abrí el corazón a lo nuevo
Un oasis de bienestar en Punta del Este
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Soy Ine Lynch y soy una apasionada de la evolución de la mente y el espíritu. Mi objetivo es llevar todo lo que amo y cambió mi vida a la mayor cantidad de personas en el mundo para que puedan resetear su corazón y su cerebro y llevar una vida de bienestar y salud a todas las áreas de la vida.
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Lo que excluimos

Hace un tiempo aprendí un término budista que me gustó mucho. Al referirse a la mente humana y a su sufrimiento, la religión budista habla del «rechazo ignorante» y del «apego ignorante». Creemos que las personas y las situaciones «nos hacen» de su propio lado o que sin determinadas personas no seremos felices.

Las constelaciones familiares son una herramienta sistémica que tiene como fin el orden y se basa en incluir todo lo que está excluido allí. Cuando aplicamos el rechazo ignorante, creyendo que aquella persona o situación de mi clan «me hace» de su propio lado, la excluimos. Hay una energía muy poderosa en el sistema familiar que generará diversas situaciones en ciertos integrantes de la familia, con el fin de que aquello que está excluido sea incluido.

¿Qué podemos estar rechazando ignorantemente de nuestro sistema familiar, excluyéndolo?

A aquellos y aquello que nos generan vergüenza, miedo, rechazo, enojo o tristeza. Pero es importante entender lo que significa incluir para poder empezar a abrirle el corazón. Cuando incluimos no estamos avalando, no estamos justificando; no tiene que ver con abrazarse, salir a tomar un café, ni pasar tiempo juntos. Con incluir estamos hablando de respetar a aquella persona, situación o característica que formó parte de mi historia familiar así, tal cual como fue. Hay que entender que detrás de todo eso hay un contexto mucho más grande que nos excede y tanto la persona dañada como quien dañó padecen dolor de diferentes maneras.

Ahora avancemos un poquito más en esto… acá necesito que abran aún un poco más el corazón para leerme. Nuestra alma decide nacer en donde nace por alguna razón. Hay algo que nuestro espíritu tiene que transitar en esta vida para lograr su evolución, así como la del sistema familiar. Cuando nos pasan cosas dolorosas tendemos a pensar «¿por qué a mí? ¿qué hice para merecer esto?», sin embargo, si pudiéramos cambiar la mirada y preguntarnos ¿para qué? podríamos pararnos desde un lugar mucho más empoderado y responsable. «¿Para qué mi alma eligió transitar esta determinada situación con esta determinada persona?».

Cuando respetamos los motivos secretos y enigmáticos del alma, logramos ampliar la mirada, abrirle el corazón a todo y a todos con respeto; es en ese momento donde logramos liberarnos.

Espero que estas palabras te dejen pensando que todo lo que pasó fue perfecto así como fue, con sus cosas lindas y sus adversidades. ¡Ya lo sé!, no es fácil. Te invito a que cierres los ojos y con tus dos manos en el corazón te digas a vos mismo: «Es de a poco, paso a paso, mi querida alma».

El orden es el cauce de un río y el amor, el agua que lo recorre: sin orden, el amor no alcanza. Para que el amor fluya es importante ordenarse y para ordenarse tenemos que incluir aquello que rechazamos ignorantemente.

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