LO im-POSIBLE: Entrevista a Mario Alonso Puig

Mario Alonso Puig es un reconocido médico especialista en cirugía general y digestiva que además se ha formado en psicología positiva, mindfulness y programación neurolingüística (PNL). Hace más de 20 años enseña a su audiencia cómo enfrentar el cambio, la incertidumbre y los desafíos. Asimismo, trabaja con directivos de empresas en temas tales como liderazgo, comunicación, trabajo en equipo, creatividad, innovación y bienestar para potenciar esas capacidades.

Previo a su llegada a Uruguay, donde dará la conferencia: «Haz lo imposible», y en exclusiva para Esteña Press, le preguntamos:

¿Cómo influye la gestión adecuada de las emociones en nuestra salud física y mental?

Las emociones son procesos fisiológicos, y lógicamente estos implican cambios químicos en el funcionamiento de la célula y de los distintos sistemas del cuerpo. Por eso las emociones producen impactos diferentes en el organismo, según sean de un tipo o según sean del otro. Separar el mundo mental del mundo físico es un error, porque están tan íntimamente unidos que no se pueden separar. Esto quiere decir que una persona que tiene una depresión, un cuadro de ansiedad o un cuadro de angustia es una persona que a nivel mental está atravesando un gran sufrimiento, y además su cuerpo está experimentando de forma negativa los efectos de estos sentimientos.

¿Qué estrategias recomendás para transformar emociones negativas, como el miedo o la ira, en oportunidades de crecimiento personal?

Tanto la ira como el miedo, salvo en situaciones muy puntuales, son el reflejo de una interpretación determinada de la realidad, cuando hacemos una valoración de una serie de conductas o de hechos. A veces, esta valoración que hacemos genera en nosotros ira –si nos sentimos engañados o heridos– y miedo –si nos sentimos en peligro–. Por consiguiente, lo primero que tenemos que hacer es cambiar la interpretación.

¿Cómo cambio una interpretación?

En primer lugar, aceptando con humildad que nuestro punto de vista no refleja toda la realidad. En lugar de dejarnos atrapar por esta interpretación, que al fin y al cabo, es un juicio automático basado en experiencia del pasado, buscamos, con interés, curiosidad y humildad, entender la situación. Con una gran frecuencia empezamos a ver la situación de una manera diferente; no podemos ver algo distinto si no cambiamos la perspectiva en la que miramos, y en el caso del ser humano, la perspectiva está determinando la forma en la que valoramos un determinado hecho.

En tu experiencia, ¿cuál es el papel de la resiliencia en la búsqueda de una vida plena y cómo podemos desarrollarla?

La resiliencia es importante en nuestra vida y se puede entrenar para tener una vida más plena. Si observamos un junco nos damos cuenta que cuando el viento sopla con fuerza se dobla, pero no se parte, y cuando el viento ha pasado el junco recupera la forma que tenía. Lo mismo sucede en nuestras vidas; la resiliencia es aquello que ante las dificultades, ante las pérdidas y ante el dolor, no nos rompe. Y obviamente que nos impacta y nos afecta, pero cuando la situación ha pasado no nos quedamos lamentándonos, culpándonos, avergonzándonos, o nos sumergimos en una tristeza eterna, sino que poco a poco nos vamos recuperando. La clave de la resiliencia es, en primer lugar, mantener la esperanza de que al final todo va a salir bien, y si de momento no está saliendo bien es porque ya saldrá; y en segundo lugar, que una situación difícil ayuda a mejorar y a evolucionar como personas. De la misma manera que existe el síndrome de estrés postraumático –personas que ante las dificultades de alguna manera se rompen, cayendo en cuadros de angustia, depresión o de frustración constante– también existe el crecimiento postraumático: personas que ante la adversidad crecen por el aprendizaje experimentado. Esto no implica ausencia de dolor, sino la necesidad de esforzarse y la ayuda del paso del tiempo. Lo que quiero decir es que la persona sabe que antes o después, tras la oscuridad, aparecerá la luz.

¿De qué manera nuestras creencias y pensamientos pueden curvar la realidad y afectar positivamente nuestro entorno?

Empiezan a manifestarse en nuestras vidas cosas que previamente no estaban. Por ejemplo: empezamos a tener encuentros inesperados, o empezamos a encontrar recursos insospechados. Hoy en día en el campo metafísico se afirma que lo que una persona piensa no se queda privadamente en esa persona, sino que tiene un impacto a nivel energético en lo que se denomina un campo cuántico, y que de alguna manera ese campo cuántico representa infinitas posibilidades, de las cuales una sería la que se manifieste o se materialice. Es decir: el observador y su forma de observar, de pensar, interpretar y percibir favorecería tener una u otra experiencia vital. Esto tiene enormes aplicaciones, porque si una persona está generando pensamientos positivos para sí mismo y hacia los demás, es más probable que empiecen a manifestarse en su vida más oportunidades de encuentro que unidades de conflicto.

¿Cómo podemos identificar y abrazar nuestras sombras internas para promover una transformación personal auténtica?

Una sombra es aquel rasgo de nuestra personalidad que no queremos reconocer porque nos genera sensación de culpa o de vergüenza; porque en algún momento (normalmente en la niñez) hizo que nos sintiéramos rechazados. Nosotros nos resistimos a la presencia de esas sombras en nuestras vidas, y por eso las relegamos al inconsciente. Y si bien es cierto que no nos damos cuenta de su presencia, sí tienen un impacto en todos los aspectos de nuestras vidas. Por eso lo fundamental no es resistirse a estas sombras, sino conocerlas, abrazarlas y así transformarlas en un proceso que se llama redimir las sombras. Hay dos caminos altamente efectivos para identificar las sombras: el primero de ellos es la meditación. Cuando conseguimos silenciar el parloteo mental y penetramos en un silencio que no es de mudez sino de descubrimiento no es nada raro que veamos en nosotros rasgos que estaban ocultos, y en ese momento, en lugar de rechazarlos, hay que abrazarlos para transformarlos. El segundo camino es darse cuenta de aquello que nos irrita de los demás; lo que de forma automática nos genera aversión hacia una persona. La razón es la siguiente: muchas veces aquello que no queremos reconocer en nosotros los rechazamos en los otros. Cuando encuentro un rechazo sorprendentemente intenso me pregunto «¿Qué hay en esta persona que encuentro tan desagradable?», y una vez que lo he visto me pregunto «¿Hay quizás dentro de mí algo similar que yo no quiero reconocer?». En ese momento veo que lo estaba rechazando en la otra persona en realidad lo estaba rechazando dentro de mí.

¿Qué hábitos y ejercicios diarios recomienda para fortalecer la confianza en uno mismo y cómo influyen estos en nuestra salud física y mental?

A nivel físico es muy importante el ejercicio, porque mejora el funcionamiento del cerebro, al igual que una nutrición adecuada, un descanso correcto y tener una postura que lejos de reflejar desaliento refleje confianza. El cerebro está leyendo la postura en nuestro cuerpo. A nivel mental siempre enfocarse en lo que se quiere conseguir y no en evitar lo que uno no quiere; mantener el foco es fundamental. A nivel anímico destacaría fundamentalmente dos elementos: gratitud –énfasis en lo que tenemos, en lo que hemos conseguido, y no en lo que nos falta o lo que no nos alcanza– y contribución, al buscar formas de aliviar la carga de los demás.

¿Cuál es la importancia de la meditación y otras técnicas de introspección en la gestión emocional y el bienestar general?

La meditación ha demostrado en múltiples estudios científicos que tiene la capacidad de mejorar los niveles de ansiedad y depresión, y de favorecer a la claridad mental y la toma de decisiones. Por otro lado tiene un impacto favorable en la salud cardiovascular, en el metabolismo del cuerpo y en el funcionamiento del sistema inmune. Por todo esto la meditación se considera hoy en día uno de los abordajes más importantes para potenciar nuestro bienestar.