La era de la Inteligencia Artificial. Su impacto será tan profundo como la Revolución Industrial y la creación de Internet, transformando la economía, la ciencia y la sociedad.
Por Martin Canabal
Estamos en el Inicio de una Nueva Era:
la Era de la Inteligencia Artificial
Estamos en el umbral de una nueva era: la era de la Inteligencia Artificial (IA). Su impacto será tan profundo como la Revolución Industrial y la creación de Internet, transformando la economía, la ciencia y la sociedad. Aquellos que comprendan y adopten esta transformación liderarán el futuro.
Pero esta revolución tiene un requisito ineludible: la energía.
El crecimiento exponencial de la IA impulsa una demanda energética sin precedentes. Los datacenters que entrenan y ejecutan modelos avanzados consumen cantidades colosales de electricidad. Se estima que para 2030, la industria tecnológica podría representar hasta el 20% del consumo energético mundial, con la IA como uno de los principales impulsores.
Mini Reactores Nucleares: La Nueva Opción Energética
Ante este desafío, la energía nuclear resurge como una solución viable. Los Small Modular Reactors (SMR), o mini reactores nucleares, ofrecen una fuente de energía segura, escalable y de bajas emisiones, ideal para alimentar datacenters de manera constante.
Empresas como NuScale, Rolls-Royce y TerraPower están desarrollando SMR que pueden generar entre 1 MW y 300 MW, operando con sistemas de seguridad pasiva y menor producción de residuos. Mientras que una planta nuclear tradicional puede tardar más de una década en construirse, los SMR pueden estar operativos en menos de cinco años.
Países como Canadá, EE.UU. y el Reino Unido ya han aprobado los primeros proyectos para alimentar centros de datos y otras infraestructuras críticas. Incluso Microsoft ha anunciado que desarrollará su propio reactor nuclear para sostener su demanda de IA y computación en la nube.
Uruguay: ¿Un Potencial Hub de IA Limitado por su Legislación?
Uruguay tiene ventajas únicas para convertirse en un hub de datacenters de IA:
– Matriz energética renovable: Un 98% de la electricidad proviene de fuentes limpias.
– Ubicación estratégica: Conectividad global a través de cables submarinos.
– Estabilidad política y económica: Condiciones ideales para inversiones tecnológicas.
– Talento tecnológico en crecimiento: Un ecosistema en expansión.
Sin embargo, su prohibición de la energía nuclear desde 1997 lo deja en desventaja frente a otros países. Mientras EE.UU., China y Francia apuestan por los SMR, Uruguay depende de energías renovables intermitentes, que no siempre garantizan un suministro continuo de energía.
¿Puede Uruguay sostener datacenters de IA solo con renovables? La hidroeléctrica, eólica y solar han sido claves en su transformación energética, pero la IA requiere estabilidad 24/7. Un día sin viento o con baja radiación solar podría afectar operaciones críticas.
Imagínese el potencial: un mini reactor nuclear en una zona rural uruguaya, alimentando un datacenter que procesa datos para el mundo. Esta visión es viable en otros países, pero permanece fuera del alcance de Uruguay por una prohibición que podría estar frenando su desarrollo.
El Futuro: Innovar o Quedarse Atrás
Uruguay podría compensar su limitación invirtiendo en baterías de gran escala o hidrógeno verde para garantizar estabilidad. Sin embargo, estas soluciones no igualan la densidad energética y escalabilidad de los SMR.
El mundo necesita más datacenters y la revolución de la IA no esperará. Países como Canadá y el Reino Unido están adaptando sus regulaciones para incluir mini reactores en su matriz energética.
Los avances en SMR y la experiencia con submarinos nucleares han demostrado que el futuro energético puede ser seguro y sostenible. Uruguay tiene ante sí una decisión clave: ¿seguir dependiendo solo de su infraestructura actual o innovar para convertirse en un actor estratégico en la era de la IA?