Como menciona Simon Sinek en Leaders Eat Last, la integridad y la confianza son valores de vida o muerte en organizaciones como los Navy SEALs.
Por Julieta Sullivan
Hablemos de liderazgo: la integridad como pilar fundamental
Como menciona Simon Sinek en Leaders Eat Last, la integridad y la confianza son valores de vida o muerte en organizaciones como los Navy SEALs. Y aunque en el ámbito empresarial las consecuencias no sean tan extremas, la falta de integridad puede destruir culturas, equipos y empresas enteras.
Confianza e integridad: una relación inseparable
Todos sabemos que la confianza no se otorga automáticamente; se gana con el tiempo y se pierde en segundos. Para confiar en un líder, las personas deben creer que sus palabras y acciones están alineadas con el bien común y no solo con sus propios intereses. Un líder que prioriza su beneficio personal sobre el bienestar de su equipo no solo pierde credibilidad, sino que destruye la cohesión del grupo. Cuando esto pasa, los colaboradores comienzan a dudar de sus decisiones, generando un ambiente de desconfianza.
Decir la verdad: la base de la confianza
Sinek nos recuerda que construir confianza no requiere nada más que decir la verdad. Tan simple… ¿o tan difícil? No hay fórmulas mágicas ni estrategias complejas: un líder íntegro es aquel que se anima a ser honesto, incluso cuando la verdad es incómoda. Cuando un líder actúa con integridad, inspira a otros a hacer lo mismo. Se crea una cultura donde la transparencia es la norma y donde las personas se sienten seguras para asumir responsabilidades sin miedo a represalias.
Conclusión
La integridad no es un valor negociable. Un líder íntegro dice la verdad, asume responsabilidad por sus actos y se compromete con el bienestar de su equipo por encima de sus propios intereses.
Si queremos construir organizaciones sólidas y sostenibles, recordemos este círculo virtuoso: la confianza se gana con la verdad. La verdad demuestra integridad. Y la integridad genera confianza.