El protagonista del 2025 sera Donald Trump

Llegó el momento más esperado de los últimos meses: asumió Donald Trump como el 47º presidente de los Estados Unidos. Como era de esperarse, su investidura fue bastante ruidosa, con muchas declaraciones rimbombantes, no solo de él, sino de su equipo. Pero de arranque, fue solo eso; mucho ruido y pocas nueces. Yo creo que el mercado quería escuchar que iba a pasar con el déficit fiscal, y aunque de eso no dijo nada, aún no castigó.

Por lo menos en cine y en general, las secuelas nunca son tan buenas como las primeras versiones, pero aquí estamos para presenciar la segunda temporada de Trump presidente. Le deseamos éxito, porque en su gestión descansa el futuro de todos los mercados mundiales.

Hagamos un repaso de sus declaraciones más importantes, que en teoría marcarán la agenda de su mandato. Las mismas se concentraron en tres ejes: tarifas, producción de petróleo, y abandono de regulaciones climáticas:

• Se creó el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) liderado por Elon Musk y Vivek Ramaswamy, con el objetivo de reducir el tamaño y el alcance del Gobierno Federal. Este departamento fue inspirado en el Ministerio de Transformación del Estado de Federico Sturzenegger, actual ministro de Milei, en Argentina. Este departamento se encargará además, vía la Agencia de Servicios de Impuestos Externos, de coordinar las tarifas y otros ingresos de naciones extranjeras.

• Aranceles y comercio: Trump ordenó a sus funcionarios que investiguen los déficits y las prácticas comerciales de China, Canadá y México. Con Canadá y México arrancó imponiendo un arancel del 25% a partir del 1 de febrero, justificado como una respuesta a la inmigración irregular y el tráfico de drogas, particularmente del fentanilo. La frontera con México fue cerrada y militarizada. En relación con China, el arancel lo mantuvo en el 10%, lo que sumado a las anteriores tarifas anunciadas llega a alcanzar el 50% en algunos productos. A pesar de esto, se los ve menos agresivos de lo esperado en sus declaraciones, tanto por parte de Trump como de Xi Jinping, quien en un buen gesto envió a su vicepresidente a la ceremonia de investidura. En general la expectativa de aquí en más es que la política arancelaria aumente gradualmente entre un 2% y 5% mensual, para evitar un aumento brusco de la inflación mientras Estados Unidos aumenta su poder de negociación.

• Emergencia energética nacional: Declaró una emergencia energética nacional para acelerar la concesión de permisos para oleoductos y centrales eléctricas. Esto incluye abrir partes de Alaska para más perforaciones de petróleo y gas, y eliminar programas de justicia medioambiental. Básicamente, Trump desea enviar una doble señal al mercado petrolero: por un lado, va a permitir y alentar la producción aumentando muchísimo la oferta (lo que debería bajar su precio y por tanto reducir las presiones inflacionarias sobre la economía) y por el otro lado va a recomponer las reservas estratégicas (que reventaron durante la gestión de Biden para contener el precio del petróleo durante la guerra de Rusia con Ucrania) aprovechando esa mayor oferta. Es probable que durante el 2025 el petróleo opere en una banda de entre 60-70 $USD por barril.

• Revisión y revocación de regulaciones climáticas: Estados Unidos se retirará nuevamente del Acuerdo de París sobre el Clima, además de que se flexibilizarán normas ambientales para eliminar regulaciones que se consideren una carga indebida para la producción y uso de energía. También buscará reducir la dependencia de energías renovables, y se revocará la normativa de vehículos eléctricos y las regulaciones que incentivaban su uso. También se detendrá el desarrollo de la energía eólica marítima de la Costa Este. Que este jugador tan importante del tablero mundial se despegue del cuidado ambiental es para tomar nota. Seguramente tendrá sus razones, pero debemos estar alertas a cómo continúa su política ambiental.

Este es el primer capítulo de una larga novela que tendremos que seguir durante estos primeros cuatro años de gestión. Trump también hizo declaraciones importantes respecto a volver a recuperar el Canal de Panamá, que es controlado por una empresa privada de Hong Kong que puede ser intervenida por el gobierno y/o ejército chino, y EE.UU. lo necesita para llegar a Taiwán en caso de conflicto. También avisó que va a dejar de comprar petróleo venezolano, en una clara postura en contra de Maduro.

En una declaración importante pero que pasó desapercibida, liberó a las empresas a desarrollar IA (antes tenían que informar y compartir resultados de pruebas de seguridad con el gobierno antes de su lanzamiento público). También las liberó para desarrollar el manejo autónomo. Como siempre, hay que tenerle respeto a la IA, pues es probable que luego de esto el crecimiento sea impensado. Ahí nomás se anunció la creación de una nueva megacompañía de IA, que reúne a ARM, Microsoft, NVIDIA, Oracle y Open AI, con fondos de estas empresas y Softbank por un valor de 500 billones de dólares.

No hizo declaraciones en cuanto a las criptomonedas, aunque el mercado esperaba alguna señal, como que el Tesoro creara una reserva digital. Tampoco hizo declaraciones relacionadas a qué va a hacer con el déficit fiscal, pero sí dijo lo que todos querían escuchar: que va a reducir impuestos, generar empleo, reducir la inflación y revivir el sector manufacturero. También dijo que va a enviar astronautas a Marte.

La Fed ya dijo en diciembre que el sendero de tasas será más alto, justamente por la política de aranceles que encarece el costo de los productos que entran a EE.UU. Veremos cómo seguirá esta relación entre el Tesoro y la Fed, que seguramente, a pesar de que Trump dijo que iba a respetar su independencia y la duración del mandato de Powell, querrá influir en que bajen la tasa. Para que Powell baje la tasa en marzo, Trump tiene que mostrar un fuerte ajuste fiscal, y sería bueno que Japón suba un poco la tasa de interés para descomprimir la fortaleza del dólar. Esperemos que no se pasen de rosca para no generar un sell off de los que desarman el carry trade (se endeudan en yenes para comprar activos de EE.UU.) como vivimos en agosto de 2024.

El 2025 será un año desafiante, pero sin lugar a dudas divertido. Trump será el protagonista y articulador absoluto de las cosas que puedan pasar. Por el momento, las empresas que mencionamos arriba, y otras más ligadas a esta nueva etapa, serán las grandes ganadoras; aunque de seguro habrán perdedoras también. Lo importante será seguir de cerca cada acontecimiento que vaya sucediendo, porque no tengo dudas de que, a diferencia de Biden, Trump va a estar muy activo no solo con decisiones sino interactuando y anticipando sus movimientos en público. Algo es seguro, no la tiene nada fácil para reducir el déficit descontrolado, con los americanos acostumbrados a que el Estado les ponga un cheque en el bolsillo todos los meses, y con un nivel de tasas de interés que debe estar complicando a más de uno.

No se olviden de escribirme a oraculodeleste@gmail.com con preguntas y comentarios. En general gran parte de la nota está hecha en base a sus consultas. Hasta la próxima.