Alejandra llamó a nuestra secretaria muy angustiada. Le pidió ver lo antes posible a un cardiólogo especialista en válvula mitral. Alguien le había recomendado mi nombre.
Por Esteña Press
CICLO DE CUENTOS CORTOS
DIAGNOSTICOPSICOSIS
Alejandra llamó a nuestra secretaria muy angustiada. Le pidió ver lo antes posible a un cardiólogo especialista en válvula mitral. Alguien le había recomendado mi nombre.
Alejandra tiene 42 años, es de rasgos finos y en apariencia, muy delgada. Se define como ansiosa e hiperquinética. Me cuenta que en el apto físico para realizar ejercicio, le informan en un ecocardiograma el diagnóstico de “Prolapso de válvula mitral con insuficiencia mitral que impresiona ser leve». A partir de ese informe, cambió su humor. Se puso más ansiosa y empezó a dormir menos. Revisó todas las maneras y formas posibles de búsqueda de datos en internet. Como si fuera la mejor alumna de la facultad, me contó el pronóstico, el tratamiento y hasta me sugirió que en el caso que llegar a una cirugía prefería una prótesis biológica a la mecánica, porque no querría estar anticoagulada.
Dejé que termine de contarme su historia y ponga en superficie toda su visible angustia. Cuando termino de contarme hizo una pausa me miró y me dijo:
_ Es usted un especialista en válvula mitral no? Me recomendaron venir a verlo por eso. Tengo palpitaciones falta de aire, y me dijeron que puede ser por eso. Estoy medicada con betabloqueantes (son frenadores de la frecuencia cardíaca) y me dijeron que consulte si tengo una cirugía o extracción dentaria para medicarme con antibióticos. Además, quiero saber si tengo que chequear a mis hijos y saber si esto se cura.
_ Alejandra, quédese tranquila. Vamos a revaluar todo y después le voy a dar una devolución. Déjeme primero ver su válvula mitral.
El prolapso (del latín, significa deslizarse o caer) de la válvula mitral ocurre cuando una o ambas valvas cierran por debajo del plano normal (caen hacia la aurícula). Es una patología común, donde la válvula adquiere aspecto de “chicle”, en muchos casos congénita, con cierta predisposición genética, y que puede presentar diferentes grados de compromiso (leve, moderado y severo).
Cuando le coloqué el transductor del ecógrafo en su tórax para evaluar la válvula mitral, enseguida pude observar, que, si bien no tenía enfermedad, podría ser fácil confundirse con un prolapso. De acuerdo a como se colocase el transductor, se podría caer fácilmente en la trampa de informarlo. Luego de evaluar la válvula en varias vistas y optimizar al máximo las imágenes, no tenía prolapso de válvula mitral.
Independientemente que Alejandra tuviera un leve prolapso a su edad o una válvula mitral normal, me puse a pensar en la “diagnosticopatía”, es decir, en la patología del diagnóstico, que a veces puede enfermar más que la enfermedad misma, desencadenando o agravando síntomas físicos y emocionales. Y que termina en una “diagnósticopsicosis”, con somatización por angustia emocional.
Los aparatos médicos son cada vez más sensibles y más potentes para detectar anomalías. Todos los que hacemos imágenes sabemos que con equipos nuevos hemos sobre diagnosticado o magnificado un resultado no relevante. Es cierto que los médicos deben informar lo que ven. Pero alguien tiene que contarle rápidamente al paciente que es relevante y que no. Porque a una gran mayoría de la población, le genera estrés y ansiedad, y que luego no termina justificándose.
En el escaneo inicial que hace un médico sobre un o una paciente, deberíamos incluir evaluar los rasgos de su personalidad, y si por ejemplo va a excederse en su autocuidado, lo hará en su justa medida o va a abandonarse. Y evaluar si es un paciente con predisposición a la diagnosticopatía y a la diagnósticopsicosis.
Alejandra se quedó muy contenta con su informe de válvula mitral normal.
Y en ese momento pensé: “¿Cuantas Alejandras y Alejandros deambulan con una Angustia Sin Sentido Real (llamémosla ASSR), ya sea por sobre diagnóstico, o por un diagnóstico no relevante?”.
Antes de irse y con mucha sutileza le pregunté
_Alejandra, por el tema que me contó de su ansiedad, ¿está haciendo algún tipo de terapia psicológica?
_ Si Doctor…y me olvidé de contarle que soy un poquito hipocondríaca.
Sonreí… y le dije que vuelva cuando quiera.