Si sos team verano y amás la moda tanto como yo, seguramente ya escuchaste o leíste en redes sobre el color butter yellow.
Por Soledad Ordeix
Butter Yellow
El color que vas a querer en tu clóset
Aunque en nuestro país , y en general en el hemisferio sur, seguimos inmersos en pleno invierno, si sos team verano y amás la moda tanto como yo, seguramente ya escuchaste o leíste en redes sobre el color butter yellow. Este tono suave, cremoso y reconfortante se viene viendo con mucha fuerza en el norte, tanto en Europa como en Estados Unidos, donde el calor del verano ya está en pleno auge.
Y aunque todavía no vamos a meternos de lleno en las tendencias que se vienen para nuestra primavera/verano (ya falta poco), te adelanto un spoiler: este color va a estar en todos lados.
Sabemos que el color elegido por Pantone este año fue el Mocha Mousse (ya les hablé de eso a principio de año), pero hay otro tono cuyo nombre también evoca una delicia gastronómica y que ha cobrado cada vez más protagonismo: el amarillo mantequilla.
Este color viene ganando terreno de forma silenciosa durante el último año. Celebridades como Timothée Chalamet, que lo lució en los Oscars, o Sabrina Carpenter, que eligió un vestido en este tono para el Governor’s Ball de Nueva York y para la fiesta Power of Young Hollywood de Variety, lo pusieron definitivamente en el radar.
Se dice que su efecto relajante podría explicar por qué el amarillo mantequilla está tan presente en este momento. Es un color que transmite calma, dulzura, y cierta nostalgia reconfortante. No solo lo vemos en ropa —desde marcas de lujo hasta opciones más accesibles—, sino también en decoración y objetos de uso cotidiano: desde textiles hasta electrodomésticos, como la icónica batidora KitchenAid que muchos quisiéramos tener en nuestra cocina soñada.
Personalmente, este color me transporta a una estética vintage, a lo casero, a lo suave. Me recuerda una torta recién hecha, una infancia dulce, la inocencia de un bebé. Es cálido, tierno, amable. Y creo que en estos tiempos, eso es justo lo que estamos necesitando.
Aunque a primera vista puede parecer un tono difícil de llevar, lo cierto es que es muy versátil tanto en moda como en diseño. Combina perfecto con colores saturados y también con otros pasteles. Soy fan del amarillo en todas sus gamas, pero el butter yellow tiene algo especial: aporta un toque único, sutil, elegante y a la vez clásico. Con jeans nunca falla, pero también se luce con distintos tonos de azul, verde, marrón, crema… las posibilidades son infinitas.
Esto es apenas un adelanto de lo que se viene en los próximos meses, pero si fuera vos, ya iría revisando qué tengo en el ropero o qué podría sumar. Porque si hay algo de lo que estoy segura, es que este color va a estar por todos lados.
Y como siempre digo: la moda es un reflejo de la sociedad. Si hoy buscamos tonos que evocan hogar, suavidad, ternura, quizás es hora de mirar hacia adentro. Buscar ese lugar interno que se siente como casa. Reconectar con la dulzura, con la paciencia, con lo empático. Porque solo así podemos construir un mundo más armonioso.