En una conversación íntima con Esteña Press, Ama Amoedo, coleccionista, filántropa y presidente de la Fundación Ama Amoedo, nos cuenta sus reflexiones más profundas sobre el arte, su conexión con la creatividad y cómo vislumbra el futuro del arte en la región.
Por Marcelo Rozemblum
AMA AMOEDO
Construyendo con amor un legado para el arte latinoamericano
En una conversación íntima con Esteña Press, Ama Amoedo, coleccionista, filántropa y Presidente de la Fundación Ama Amoedo, nos cuenta sus reflexiones más profundas sobre el arte, su conexión con la creatividad y cómo vislumbra el futuro del arte en la región.
Quiero empezar preguntándote por la relación entre tu nombre y tu labor. Todos te llaman “Ama”. Este apodo remite de manera directa al amor. ¿Cómo influye esta conexión en tu relación con tus proyectos?
Gracias por conectarlo así. Para mí, el amor, la pasión y el compromiso con el arte son los motores de mi trabajo. Pienso que la única manera de que un proyecto sea exitoso o prospere, es si conlleva un deseo genuino. Estoy convencida que es así en el arte, y en cualquier ámbito que uno se concentre. Hacer las cosas desde el corazón es ir por el camino correcto.
El departamento de Maldonado, con Punta del Este y José Ignacio como referentes, se ha consolidado como un polo artístico de proyección internacional, en gran parte gracias a iniciativas como la Residencia FAARA, programa central de la Fundación Ama Amoedo. ¿Qué creés que hace falta para que siga creciendo como “hub” cultural? ¿Cómo lo imaginás en el futuro?
Es importantísimo seguir fortaleciendo el ecosistema artístico en su totalidad. Hoy contamos con nuevas instituciones, artistas y gestores que están ampliando y profesionalizando la escena. El gran desafío es que no se limite a la temporada alta, sino que se active todo el año. En nuestro caso, la Residencia FAARA permanece activa durante el otoño y la primavera también. La activación constante y sostenida en el tiempo es fundamental para que siga consolidándose a nivel nacional e internacional.
Casa Neptuna ha sido descrita como un espacio de concentración soñado para los artistas.
¿Fue un proyecto planificado o algo más intuitivo?
Casa Neptuna nació dentro del contexto de la pandemia. La idea principal era crear un espacio para la Residencia FAARA. Convocamos al artista argentino y diseñador Edgardo Giménez, quien realizó casas icónicas como la de Jorge Romero Brest en 1970-1972. Edgardo se entusiasmó mucho con la idea y le dimos libertad absoluta para crear. Edgardo no pudo conocer el lugar por la pandemia y la construcción se realizó a la distancia. El artista visitó Neptuna por primera vez en 2022. Si bien el proceso fue planificado, la intuición estuvo siempre presente. El hecho de que sea un espacio concebido por un artista para que vivan y trabajen otros artistas, le dio un sentido único. En 2024, Casa Neptuna fue incluida en el libro Homes of Our Time, de la editorial Taschen, que nos llena de orgullo y reafirma la singularidad del proyecto.
En un mundo donde el arte suele percibirse como elitista, ¿cómo creés que podemos acercarlo a más personas y derribar barreras?
La educación es clave, lograr que las infancias crezcan con el arte como algo cercano y accesible. Es fundamental que el arte forme parte de la experiencia de los niños desde edades tempranas, que se integre de manera natural en su formación escolar.
Cada vida tiene un punto de inflexión. En mi caso, fue la pandemia, cuando me quedé a vivir en Punta del Este y me dediqué a la comunicación de arte. ¿Tuviste algún momento similar que transformara tu trayectoria?
En la pandemia también hubo un punto de inflexión porque decidí crear la Fundación y darle un marco más institucional a acciones y proyectos que venía realizando de manera independiente. Creo que fue un momento que a todos, de alguna manera u otra, nos atravesó.
En una entrevista con Fernando García para L’Officiel Argentina, mencionaste la frase: “Hay que tener calle y boulevard. Con boulevard solo no alcanza”. ¿Qué recuerdos tenés del underground porteño y cómo influyó en tu visión del arte?
Esa es una frase que siempre me decía mi mamá, Inés de Lafuente, y me parece fantástica.
En Buenos Aires, tuve la suerte de estar en contacto con la generación del Rojas en los ‘90 desde muy joven. Conocí a artistas como Gachi Hasper, Marcelo Pombo, Leo Chiachio y Nicola Costantino. Tuve la oportunidad de mostrar mi trabajo en Belleza y Felicidad, un espacio que gestionaba Fernanda Laguna. Estar en contacto con la escena del arte de forma tan directa y cercana, moldeó mi manera de entender el arte.
Si alguien quisiera acercarse al arte desde cero, ¿qué le recomendarías? ¿Qué palabras de aliento darías a jóvenes artistas y coleccionistas emergentes? ¿Cómo se podría involucrar más al sector privado en el arte y fomentar el surgimiento de nuevos mecenas?
Lo primero que recomiendo es visitar exhibiciones, museos, ferias, talleres. Entrenar el ojo lleva tiempo, pero es clave para desarrollar una mirada propia. También conocer a los artistas en persona, conversar con ellos, conectarse con otros, construir una red. A los coleccionistas emergentes les diría que confíen en su intuición y se animen a descubrir nuevas voces.
También es importante que la gente le pierda el miedo al mercado del arte y no crean que todas las obras de arte contemporáneo tienen precios desorbitantes. El arte emergente tiene precios más accesibles de lo que la mayoría de la gente piensa.
Si pudieras hablar con la Amalia de hace 10 años, ¿qué le dirías? ¿Y qué mensaje te dejarías a vos misma para dentro de 10 años?
No soy de mirar retrospectivamente. Me gusta estar anclada en el presente y mirar para adelante. Incluso, una de mis frases de cabecera es “un día a la vez”, porque cada día es un regalo de la vida.
Muchas gracias Ama por tu tiempo. ¡Felicitaciones por tu gran labor para desarrollar y potenciar el ecosistema del arte en Uruguay y Argentina, y especialmente en este lugar tan especial!
Primeros balances de la temporada:
dos protagonistas evalúan sus experiencias
Natasha Ygel
Solanas Art Experience
¿Cómo viste, cómo viviste y qué te pareció la temporada alta de arte 2025 en Punta del Este?
La sentí y vivi con mucha alegría: poder ser parte de una agenda nutrida, de calidad intelectual y artística que sigue definiendo a Punta del Este y sus alrededores en un escenario de impacto en la escena cultural de la región.
¿Qué te llamó más la atención, qué te sorprendió más de lo que viste?
Muchos proyectos me sorprendieron, pero sobre todas las cosas me da una grata satisfacción lo que se genera en el tejido social y cultural, la amabilidad y el apoyo que hay entre pares para potenciar este increíble momento cultural que se está viviendo.
¿Cómo cambió la oferta artística este año?
Este año surgieron proyectos nuevos, ya sean galerías, pop up y residencias que enriquecen aún más lo que ya se viene consolidando, como la galería y residencia de Tomás Redrado Art en José Ignacio, el pop up de Barrakesh en Espacio Automóviles en Garzón, la aparición de Diderot o la diversidad de propuesta de Olaf van ampliando el mapa también en esta zona de Punta Ballena.
¿Cómo se vivió desde SAE?
En SAE duplicamos el espacio expositivo y realizamos la inauguración de Latente Estructural, la exhibición de los 8 artistas latinoamericanos que pasaron por nuestra residencia en el 2024, recibimos a más de 250 personas, entre agentes culturales, referentes institucionales y amigos que ese día se unieron a celebrar los procesos y concreciones de los artistas. Un momento épico para nosotras ya que este 2025 tendremos la exhibición abierta toda la temporada.
¿Qué trae SAE para los próximos meses?
En este momento estamos en plena selección de los artistas que se presentaron para la edición # 7 que se llevara a cabo entre el 2 y 30 de abril, y a punto de lanzar las próximas convocatorias para las ediciones # 8 #9 y #10, todas correspondientes al 2025. Volviendo a recibir a 8 artistas de diferentes puntos de Latinoamérica realizaremos open studio entre las ediciones de las residencias, acciones con la comunidad local, encuentros e intercambios con instituciones educativas y culturales. Estamos expectantes por conocer a los nuevos artistas que nos acompañarán en este periodo y preparando nuestras instalaciones para que la estadía para ellos sea acogedora y la experiencia con esta fascinante comunidad local sea enriquecedora para todas las partes.

Laura V. Almog
CAMPO ART FEST 8 se consolidó como un evento de gran impacto, no solo a nivel local, sino también a nivel global. La edición de este año generó una repercusión internacional sin precedentes, con coberturas en medios de Europa, Asia, Estados Unidos y América Latina, lo que posicionando al festival como uno de los más relevantes de latinoamérica en el ámbito artístico contemporáneo.
Diversidad artística sin fronteras
El festival reunió a artistas provenientes de diversos rincones del mundo, incluyendo Alaska, Singapur, Estados Unidos, Corea, entre otros. Esta pluralidad cultural enriqueció la experiencia tanto para los visitantes como para los participantes, generando un espacio único.
Afluencia y participación masiva
Con más de 2,000 visitantes diarios, CAF 8 atrajo a un público compuesto por amantes del arte en general, curadores, galeristas y coleccionistas de diversas partes del mundo. Destacaron la presencia de interesados provenientes de América Latina, Europa y Estados Unidos, quienes no solo se mostraron admirados por las propuestas artísticas, sino que también mostraron un gran interés por adquirir las obras de los artistas participantes.
Un evento de tres días de arte y cultura
Los tres días de festival fueron insuficientes para los visitantes, quienes no pudieron abarcar toda la oferta de instalaciones artísticas, sound sessions y otros eventos culturales programados. La variedad y calidad de las actividades propiciaron un ambiente vibrante y de constante descubrimiento, haciendo que la experiencia del público fuera enriquecedora y única.
Impacto en la comunidad local
Una de las grandes fortalezas de CAMPO ART FEST es su capacidad para involucrar a toda la comunidad. Las galerías del Pueblo, los negocios locales y los cafés se sumaron activamente a la movida cultural, convirtiendo al pueblo en un centro neurálgico de arte y creatividad. Durante los días del festival, el impacto económico y cultural fue evidente, beneficiando a todos los sectores del lugar.
Ya estamos trabajando en la planificación de CAMPO ART FEST 9 y otros programas para 2025, con el objetivo de seguir expandiendo las fronteras del arte y la cultura, tanto a nivel local como internacional. La experiencia de este año ha marcado un antes y un después, y la expectativa para la próxima edición es aún mayor.