Mientras TikTok impulsa en Uruguay su estrategia de bienestar digital, psicólogos y educadores nos invitan a revisar cómo usamos el tiempo frente a la pantalla.
Por Esteña Press
Scroll infinito
Nos prometieron conexión, pero muchas veces terminamos sobreexpuestos. Mientras TikTok impulsa en Uruguay su estrategia de bienestar digital, psicólogos y educadores nos invitan a revisar cómo usamos el tiempo frente a la pantalla. Porque sí: hay vida más allá del scroll.
Abro TikTok “dos minutos” antes de dormir. Miro el reloj: pasaron 47. Lo llaman scroll infinito: una navegación sin pausa que condiciona el descanso, la atención y el modo en que interactuamos con los demás. No se trata solo de entretenimiento, sino de cómo nos vinculamos con el tiempo, con los otros y con nosotros mismos.
En Uruguay, TikTok lanzó una campaña de bienestar digital junto a El Abrojo y DESEM Jóvenes Emprendedores. El objetivo: promover un uso más consciente de la aplicación, con recordatorios de descanso y límites de tiempo voluntarios. “Nosotros mismos te decimos que te desconectes”, explica Edgar Rodríguez Rudich, director de Políticas Públicas de TikTok para América Latina.
La plataforma también presentó en el país una guía dirigida a madres, padres y tutores, enfocada en el uso saludable por parte de adolescentes. Incluye consejos para establecer límites, fomentar conversaciones sobre riesgos y oportunidades, y conocer configuraciones de privacidad y seguridad adaptadas a cada edad. El lanzamiento contó con el apoyo del INAU, de organizaciones sociales y expertos en niñez. “Para proteger a los jóvenes en línea, debemos trabajar juntos: plataformas, instituciones y familias”, remarcó Rodríguez.
El debate, sin embargo, no termina en las herramientas. Leonardo Perdomo, educador digital y referente del programa de Google “Sé genial en internet”, recuerda que lo central no es vigilar, sino acompañar. “Los adolescentes no necesitan vigilancia, necesitan refugio”, sostiene. En su trabajo territorial ha comprobado que muchos chicos prefieren hablar con una inteligencia artificial antes que con su familia. “La IA escucha. El adulto, a veces, no”. El secreto, dice Perdomo, está en lo simple: descanso adecuado, tiempo en familia y espacios de encuentro que no dependan exclusivamente de lo digital.
En paralelo, TikTok reconoce que su responsabilidad va más allá del entretenimiento. La empresa desarrolla talleres cerrados con autoridades policiales y fiscales para coordinar mecanismos de colaboración en casos de investigación. Además, implementa recordatorios nocturnos que interrumpen la navegación con mensajes como “ya es momento de desconectarte”. También habilita funciones para fijar horarios sin acceso y promover la llamada “desintoxicación digital”.
La estrategia regional busca potenciar contenidos educativos y constructivos. Ejemplos sobran: el fenómeno “BookTok”, donde adolescentes recomiendan libros; comunidades de deporte, comedia o ciencia. “No se trata de prohibir, sino de guiar hacia el contenido que les aporte valor”, explica Rodríguez.
El desafío es grande: Uruguay, como el resto de América Latina, comparte dinámicas culturales que favorecen el consumo ilimitado de redes. Pero aquí, el trabajo con organizaciones locales marca la diferencia. Pablo Machado, referente de DESEM, lo resume: “Queremos que los jóvenes aprovechen TikTok para aprender, emprender y mostrar su talento, pero de manera segura”. La fundación ya difunde el material en su web y redes, y planea expandir talleres por todo el país.
Desconectarse no es solo apagar el teléfono. A veces, es habilitar una conversación. Porque el bienestar digital comienza cuando recuperamos presencia, atención y diálogo.
¿Cómo empezar?
- Establecé un horario de corte digital.
- Creá momentos del día sin pantallas.
- Hablá sin juzgar.
- Usá apps que te ayuden a medir tu tiempo online.
- Recordá: tus hijos observan más de lo que decís.
El scroll infinito seguirá ahí, esperando un gesto automático de nuestro dedo. Pero la decisión de detenernos, al final, siempre es nuestra.