Durante más de un siglo, los misteriosos geoglifos de Nazca habían permanecido parcialmente ocultos bajo la vasta extensión del desierto costero peruano.
Por Esteña Press
NAZCA
La IA revela 303 geoglifos inéditos
Durante más de un siglo, los misteriosos geoglifos de Nazca habían permanecido parcialmente ocultos bajo la vasta extensión del desierto costero peruano. Ahora, gracias a la inteligencia artificial, lo que parecía un trabajo casi imposible se ha convertido en un hito científico: en apenas seis meses, un equipo internacional liderado por el Instituto de Nazca de la Universidad de Yamagata, en colaboración con IBM Research, identificó 303 nuevos geoglifos, duplicando el total conocido hasta hoy.
El hallazgo, publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS) y confirmado por el arqueólogo principal Masato Sakai, abre una nueva era para la arqueología moderna. Las figuras, datadas entre el 200 a.C. y 650 d.C., incluyen felinos, aves, peces, figuras humanas y patrones geométricos de cientos de metros de extensión, que habían permanecido invisibles a los ojos humanos por generaciones debido a la vastedad del desierto y las limitaciones de los métodos tradicionales.
“La IA nos permitió mapear la distribución de los geoglifos con una rapidez y precisión que antes eran impensables”, afirmó Sakai en Lima, destacando la importancia de combinar algoritmos avanzados con la verificación directa de arqueólogos en el terreno. La tecnología analizó terabytes de imágenes satelitales y aéreas, detectando líneas y formas apenas perceptibles, que luego fueron confirmadas sobre el terreno, demostrando que la máquina potencia, en lugar de reemplazar, la labor humana.
Entre los nuevos geoglifos se distinguen dos grupos: los lineales, de gran tamaño y representativos de animales silvestres, y los más pequeños en relieve, que incluyen humanos y camélidos domesticados, generalmente ubicados cerca de senderos antiguos. Los expertos sugieren que los primeros podrían haber tenido fines ceremoniales, mientras los segundos funcionaban como marcadores vinculados a la vida cotidiana de la cultura Nazca.
Estos hallazgos también apoyan teorías históricas planteadas por pioneros como Maria Reiche, quien sostenía que las Líneas de Nazca componían un paisaje ritual cuidadosamente planificado, destinado a conectar a los antiguos con sus dioses y con la naturaleza. La precisión geométrica y la orientación de los diseños refuerzan la idea de un conocimiento avanzado de astronomía y topografía por parte de esta civilización.
La IA aplicada en Nazca es solo un ejemplo del potencial de esta tecnología en la arqueología. En otras regiones, algoritmos similares están ayudando a localizar asentamientos ocultos, cartografiar túmulos funerarios y hasta identificar naufragios, completando en días trabajos que antes llevaban años, como destaca el Dr. João Fonte, de ERA Arqueologia. Sin embargo, los especialistas insisten en la verificación directa para evitar falsos positivos, como advierte la arqueóloga Alexandra Karamitrou.
Además de ampliar nuestro catálogo de geoglifos, cada descubrimiento ofrece pistas sobre creencias, rituales y la vida cotidiana de los Nazca. El uso de la IA no solo acelera el hallazgo, sino que transforma nuestra manera de entender culturas antiguas, revelando secretos que parecían sellados bajo la arena durante siglos.
Nazca, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, continúa sorprendiendo. La conjunción entre arqueología y tecnología demuestra que la historia aún guarda misterios, y que nuestra capacidad de descifrarlos depende de la curiosidad humana, la ciencia y la inteligencia artificial trabajando en armonía. Mientras los algoritmos trazan nuevas líneas en el desierto, nosotros, espectadores del presente, podemos reflexionar sobre el valor de la memoria histórica y la huella de la humanidad en el tiempo.