Los que tenemos más de 40 crecimos en una cultura donde se celebraba al líder que siempre estaba disponible. La responsabilidad se medía por estar «al pie del cañón», listo para responder a cualquier hora.
Por Julieta Sullivan
Hablemos de liderazgo
El poder de desconectar
Bienvenidos a una nueva entrega de nuestra serie «Hablemos de liderazgo». Este mes, si me estás leyendo, es probable que estés disfrutando de tus vacaciones en Punta del Este. Quizás incluso, si te atrajo el título del artículo, es porque sos una persona en posición de liderazgo o alguien que aspira a serlo. En cualquiera de los casos, te pregunto: ¿Estás realmente descansando o seguís pegado al teléfono, respondiendo mails como si estuvieras en la oficina? Hoy quiero invitarte a reflexionar sobre algo que, aunque parece simple, generalmente subestimamos. Voy a hablar del descanso como parte fundamental del liderazgo.
Los que tenemos más de 40 crecimos en una cultura donde se celebraba al líder que siempre estaba disponible. La responsabilidad se medía por estar «al pie del cañón», listo para responder a cualquier hora. Esta mentalidad, herencia de lo old school, reforzó el mito de que el compromiso se demostraba sacrificando el descanso. Sin embargo, hoy sabemos que esta forma de pensar no solo es insostenible, sino también contraproducente.
Descansar no es opcional
Como bien señala John Mackey en su libro «Liderazgo consciente», desconectar no debería ser un lujo, sino una necesidad. Según un estudio de Harvard Medical School, el 96% de los líderes senior reportan sentirse agotados y un tercio de ellos describen su burnout como extremo. La verdad es que nadie puede liderar de manera efectiva desde el cansancio, especialmente cuando este se vuelve crónico.
El descanso no es solo una pausa, es una oportunidad para despejar la mente y renovar energías. Ambas son indispensables para tomar decisiones claras y enfrentar los desafíos con creatividad. Incorporar el descanso como una prioridad en nuestra agenda no nos hace menos responsables; al contrario, demuestra confianza en los equipos que hemos construido.
El arte de desconectar para liderar mejor
Liderar de forma consciente requiere encontrar un balance entre la pasión por el trabajo y la necesidad de recargar energías. Cada líder necesita esos momentos de desconexión para revitalizarse, ya sea durante unos minutos, horas, días o semanas. Quienes hacen del descanso un hábito constante no solo alcanzan mejores resultados, sino que también disfrutan de una vida más plena.
Así que, en este comienzo de año, mi invitación es clara: si estás leyendo esto desde la playa, soltá el teléfono para conectar con tu familia y amigos, metete en el mar y disfrutá de este paraíso. Al desconectarte no solo te estás cuidando a vos mismo, sino que también le estás dando lo mejor de vos a tu organización y a tu equipo. ¡Espero haberte convencido!