El doctor Lombardero va a hablar en el XII Congreso de Punta el 17 de octubre sobre:
«Falacias misterios y contradicciones del apto físico»
Por Esteña Press
Cuento Cortos para la Toma de Consciencia nro 9
Cuando el destino contradice a un apto físico “normal”
Dr. Martín Lombardero
_Doc. Gabriela, la mujer de Joaquín V. quiere venir a verlo. El marido tuvo un infarto hace diez días, y dice hace poco que le hicieron un apto físico que fue normal. La sentí muy enojada.
_Ok. María. Arregle los horarios para que los pueda ver hoy.
Joaquín tiene 50 años. Hace 5 meses se hizo un chequeo que le dio bien, pedido por la organización de un torneo de fútbol amateur. Cuando ambos ingresaron al consultorio, la tristeza en el cuerpo de Joaquín y la tensión en la cara de Gabriela eran evidentes.
Joaquín tuvo un infarto, justo a las 48 horas después que el director de la empresa donde trabaja como ejecutivo de cuentas, les comunicó que en 3 meses cierran y se van de Argentina. Le hicieron una angioplastia con colocación de un stent en la coronaria culpable, y en el resto de las arterias solo tenía algunas obstrucciones leves, es decir, pequeñas placas de ateroma, que son grasa más inflamación encapsulada en la pared arterial. Su infarto solo dañó un pequeño territorio de la pared inferior del ventrículo izquierdo y le dijimos que iba a andar muy bien, con muchísima vida por vivir.
_ ¿Doctor me puede explicar por qué tuvo un infarto a los 5 meses de un apto físico normal? ¿Se lo han hecho mal? ¿Habría que haber hecho algo más?
Me preguntó su mujer con lógica angustia.
_ Entiendo su razonamiento Gabriela, pero un apto físico no es un seguro de vida. Es una foto de cómo está en “ese” momento. Si no hay ninguna obstrucción que sea severa en las coronarias, la prueba de esfuerzo no va a mostrar alteraciones y les van a decir que está todo bien. Las pruebas de esfuerzo dan positivas para enfermedad coronaria solo si, al momento de realizar el test, hay obstrucciones muy importantes en las coronarias. Pero deberíamos saber que alrededor del 50% de la población mayor de 50 años puede tener pequeñas placas de ateroma en las coronarias, que quizás nunca salgan a luz, y que jamás aparecerán en las pruebas para un apto físico. Pero en un momento dado, pueden darse ciertas condiciones para que una pequeña placa de ateroma de una coronaria se inflame, se rompa, y un coágulo justo se coloque en la superficie, y la ayude a crecer de repente, como le ocurrió a Joaquín. Y un estado de estrés psicológico puede aumentar las probabilidades de formar coágulos y producir mayor inflamación en el cuerpo. Y ahí se pueden gatillar las alteraciones predisponentes que todos tenemos y que están “dormidas” hasta ese momento.
La posibilidad de pérdida de su trabajo, el miedo de no poder mantener el nivel de vida actual, la sensación de inseguridad futura, la personalidad de Joaquín, que absorbió toda la presión y no le contó nada a Ud., sumado a los antecedentes familiares de su padre, pudieron haber conspirado en su contra. Aunque un apto físico no predice el futuro, es muy útil para detectar pacientes que están en riesgo, por falta de control de sus malos hábitos, y para diagnosticar si en ese momento existe enfermedad coronaria con obstrucciones severas/graves, que recién ahí se hacen evidentes en el electrocardiograma, en los test de ejercicio, y sobre todo, en los estudios con imágenes que evalúan el corazón en esfuerzo, como el eco estrés y la cámara gamma.
Gabriela no quedó muy convencida. Además de estar enojada con el sistema médico, estaba enojada con el destino. Quedamos en trabajar con Joaquín de forma íntegra, tanto en su corazón como en su estado emocional, para que tenga una óptima calidad de vida.
Un apto físico no es un seguro de vida, pero es una excelente aproximación para conocer el estado cardiovascular “actual”, y una buena oportunidad para hacer foco en los factores de riesgo cardiovasculares aún no corregidos. En Argentina, la organización de torneos senior exige en un papel (que ellos mismos envían), y que debe firmar el médico como condición “sine qua non» para que todos participen, que es casi y prácticamente una declaración jurada donde a nadie le puede ocurrir nada durante ese año. Paradójicamente, hay centros médicos en Buenos Aires que promueven aptos físicos «ya», y los hacen en 20 minutos, cuando en realidad, para un paciente de la edad de Joaquín, hay que dedicarle tiempo y someterlo a un esfuerzo intenso y prolongado, acorde al ejercicio que está haciendo. Pero, aun así, las diferentes variables que puedan ocurrir a lo largo del año, como el estrés psicológico, la inflamación sistémica, los cambios hemodinámicos y reológicos de la sangre (como mayor viscosidad sanguínea), la susceptibilidad genética, los cambios epigenéticos, entre otras variables, determinan que no se puede predecir ni asegurar, en un consultorio, lo que puede pasar en un año de vida.