Bienestar

Comprendiendo el Dolor: De la Base Anatómica a su Dimensión Psico-Social

Vistas: 14

Comparte el artículo:

Durante décadas, nuestra comprensión del dolor ha estado anclada en un modelo reduccionista: el anatomo-patológico.

¡Gracias otoño, hola invierno!
Golden Chef 2025: La élite culinaria llega a Punta del Este
Foto del avatar
Me especializo en el entrenamiento y la preparación física consciente. Lee mis notas e incorpora conocimientos básicos de anatomía y biomecánica y aprenden la importancia del movimiento, la respiración, la movilidad, la estabilidad, la fuerza y el acondicionamiento general.
Redes Sociales

Comprendiendo el Dolor

De la Base Anatómica a su Dimensión Psico-Social

Durante décadas, nuestra comprensión del dolor ha estado anclada en un modelo reduccionista: el anatomo-patológico. Este enfoque, profundamente arraigado en la medicina tradicional, parte de la premisa de que el dolor surge de alteraciones estructurales en el cuerpo —una hernia, una artrosis, una lesión visible en una imagen— y que necesitamos “arreglar” esa estructura para aliviar el dolor.

Este modelo se basa en el estudio de las enfermedades a través de los cambios estructurales y funcionales en células, tejidos y órganos. Es útil, sin duda. Pero no alcanza. Porque no todo el que tiene una lesión siente dolor, y no todo el que siente dolor tiene una lesión detectable. Las resonancias muestran artrosis en rodillas de personas que corren maratones sin molestias, y hernias discales en columnas de quienes jamás sintieron un solo síntoma.

El Dr. Sean Mackey, jefe de la División de Medicina del Dolor en la Universidad de Stanford, ofrece una definición más amplia y actual sobre el dolor: “El dolor es una experiencia compleja, subjetiva e individual”, y destaca la importancia de comprender que es una experiencia tanto sensorial como emocional.

Esta mirada se enmarca dentro del modelo bio-psico-social, que considera que la salud y la enfermedad son el resultado de la interacción entre factores biológicos, psicológicos y sociales. No niega el valor del modelo anatomo-patológico, sino que lo expande. Lo incluye como una herramienta más, pero incorpora dimensiones habitualmente ignoradas: la mente, el entorno, la historia, las creencias, el estrés, el sueño, el movimiento, los vínculos.

Ambos modelos pueden coexistir de forma complementaria. La anatomía patológica sigue siendo valiosa para comprender los procesos biológicos, pero es el modelo bio-psico-social el que permite abordar el dolor y la enfermedad de forma más completa, humana y efectiva.

El futuro del tratamiento del dolor no está solo en las imágenes ni en los medicamentos. Está también en la escucha, en el trabajo interdisciplinario y en la educación. Comprender el dolor desde una mirada más profunda y abarcativa no solo mejora los tratamientos: también empodera a las personas. Y ese, quizás, sea el mejor analgésico.

Por:
tu negocio en

Los más leídos

Continúa leyendo en Esteña Press