Cultura

Artesia: cuando la moda se vuelve arte y el arte, memoria viva.

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Artesia abre en Uruguay con un propósito claro: unir arte, filantropía y tradición, visibilizando comunidades indígenas y preservando técnicas ancestrales.

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Artesia

Cuando la moda se vuelve arte y el arte, memoria viva.

Gina Vargas de Roemmers, fundadora de Artesia, explica cómo su pasión por el arte, su raíz familiar y su compromiso social dieron forma a este proyecto de curaduría que abre su flagship store en Uruguay el 1 de octubre, con un propósito claro: visibilizar comunidades indígenas latinoamericanas y preservar técnicas ancestrales.

¿Cómo nace la idea de crear Artesia y cuál fue el momento decisivo que te inspiró?

Artesia surge del amor por el arte, lo hecho a mano y del profundo respeto por comunidades indígenas en situación de vulnerabilidad en mi país. Siempre sentí un impulso por ayudar. Amante de la artesanía latinoamericana, estoy convencida de su valor y lo que representa. Al mudarme a Uruguay, y gracias a mi experiencia en acción social y filantropía, sentí que mis ideas necesitaban materializarse en algo concreto. En Carrasco, Montevideo, entendí que podía lanzar un espacio de filantropía con cuidadosa curaduría de arte y artesanía latinoamericana. Soy diseñadora de indumentaria especializada en alta costura, madrina de la Fundación Hematológica Sarmiento en Buenos Aires, mecenas de artistas latinoamericanos, socia fundadora del Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry MACA en Punta del Este. También Lider de “yoga de la risa”. Siempre trabajé en acción social y filantropía en Argentina y Uruguay; Artesia sintetiza todo eso.

¿Cuáles son las expectativas? ¿Cuáles son las proyecciones para el primer año de Artesia?

Buscamos generar vínculos de confianza con artesanos y artistas, especialmente con comunidades indígenas latinoamericanas que están en una línea temporal que no les favorece. Queremos concretar programas de mentoría desde nuestro espacio, para desarrollar las comunidades y acceder a mercados locales en toda Latinoamérica.

¿Qué aprendizajes de la influencia familiar siguen presentes en Artesia?

Mi abuela no era solo costurera: era líder en su comunidad. Junto a mis tías y mi madre, con la costura como herramienta, ejercían un matriarcado del que me siento orgullosa. Esa disciplina, esa entrega, esa identidad comunitaria y creatividad siguen siendo la base de Artesia.

¿Qué significa para usted, como colombiana, liderar un proyecto que rescata arte ancestral latinoamericano?

Ser colombiana en el extranjero me hizo querer mostrar mi país. Tenemos una riqueza cultural enorme. Para mí es como llevar la bandera en la mano, mostrar de qué estamos hechos los colombianos. Defender lo nuestro, que seamos comprendidos y admirados. Que otros latinoamericanos también reconozcan lo que compartimos.

¿Tienen protagonismo las artesanías colombianas en Artesia? ¿De qué comunidades provienen?

Sí: Sikuani, Guambiana, Wayuu, Wounaan, entre otras. Todas seleccionadas bajo el hilo conductor de lo hecho a mano, la fibra natural y el respeto al legado que fluye generación tras generación.

¿Cómo seleccionan artesanos y comunidades para participar de su proyecto?

El criterio principal es lo manual, el legado, la fibra natural. Me apasiona ver cómo cada comunidad trabaja su fibra: Perú, Colombia, Argentina, Uruguay; los tejidos mutan según su manejo. Busco artesanos que tengan historia, identidad, oficio; que cada producto tenga propósito. Creemos que no existe diferencia: lo artesanal es obra de arte. Es legado, cosmovisión, historia que viaja en el tiempo.

Con respecto a estas piezas seleccionadas, podrían ser “las últimas de su clase” ya que muchas técnicas ancestrales están en peligro: desplazamientos, urbanización, nuevos trabajos, migraciones. En Artesia lo vivimos como una misión: conservar esas técnicas milenarias.

¿Por qué eligió Uruguay para abrir el primer espacio físico?

Uruguay me recibió con calidez en un momento muy especial, durante la pandemia, me sentí cobijada. Me enamoré de su paz, de sus paisajes y de la calle Rostand en Carrasco. Es un país hermoso, con oportunidades, cuya gente es familiar y cálida.

¿Cuál es el plan de expansión y crecimiento de Artesia? 

Sí. Queremos expandirnos por Latinoamérica. Me encantaría llevar la experiencia Artesia a Colombia, nutrir la región con nuestra cultura, nuestras artesanías, y mostrar lo que tenemos para compartir.



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