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No sé invertir pero me da vergüenza preguntar

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Estudiamos. Trabajamos. Ahorramos. Nos recibimos. Tenemos cargos, proyectos, equipos a cargo… Pero no sabemos invertir.

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No sé invertir

Pero me da vergüenza preguntar

Estudiamos. Trabajamos. Ahorramos. Nos recibimos. Tenemos cargos, proyectos, equipos a cargo… Pero no sabemos invertir.

Y lo peor: nos da vergüenza decirlo. Pero ojo: la vergüenza no paga vacaciones. Así que seguimos escuchando de oído. Asentimos sin entender. Y no preguntamos por miedo a “quedar como que no sabemos”.
Y mientras tanto, muchas terminamos haciendo lo único que nos enseñaron: cambiar dólares. Como si eso fuera suficiente.

Pero con el tiempo entendemos algo incómodo: Ni siquiera el dólar conserva valor si no lo hacemos rendir. No saber invertir no te hace menos inteligente. Solo demuestra que nadie te lo enseñó. Y que nunca es tarde para aprender.

¿En qué invertir?

Depende. Pero depende más de vos que del mercado. Cuando tenés un ahorro, aparece la pregunta: ¿Y ahora qué hago con esta plata?

Y ahí aparece el mar de opciones. La respuesta correcta no está en encontrar “la inversión perfecta”, sino en entender cuál se alinea con vos.

¿Y qué muestran los datos después de 200 años de historia?

Porque esto no es una moda. No es nuevo. No es “para algunos”. Es lo que funcionó durante dos siglos:

• Las acciones fueron el activo que más riqueza generó.
• Los bonos ayudaron a protegerse frente a la inflación.
• El oro mantuvo poder adquisitivo.
• Y el efectivo… perdió.

Cada activo tiene su función:

✔ Para aumentar tu riqueza: acciones.
✔ Para protegerte: bonos y letras.
✔ Para conservar: oro.
✖ Para empobrecerte lentamente: cambiar dólares y dejarlos quietos.

Lo que el gráfico no muestra, pero todas sabemos, es que muchas terminamos eligiendo esa última opción. No porque sea la mejor, sino porque es la más conocida. Pero ahora lo sabés. Y cuando lo sabés, ya no podés hacer como que no.

Acá una mini brújula para empezar:

¿Qué podés encontrar al 4% anual?

Letras del Tesoro, fondos money market, bonos muy conservadores.
Diseñados para cuidarte en el corto plazo, sin grandes sobresaltos.

¿Y al 8% anual?

ETFs globales, fondos de crecimiento, acciones de largo plazo.

Pero también vas a necesitar más paciencia, tolerancia al riesgo y constancia. No importa que no entiendas exacto los términos, tampoco entendés el wifi y lo usás todos los días.

El interés compuesto no es una fórmula. Es una forma de ver la vida. Cuando invertís bien y sostenidamente, tus resultados se acumulan. Se apilan. Se multiplican. Y un día, casi sin darte cuenta, tu plata está creciendo mientras vos descansás, trabajás o vivís.

Ese es el verdadero cambio es darte cuenta que cuando invertís ganas plata y ganas
tiempo.

¿Y ahora es buen momento?

El mercado está en máximos. Las tarifas que pone Estados Unidos.
El dólar se deprecia. Hay focos de guerra. Y vos dudás.

Pero la verdad es que siempre parece que no es el momento ideal. Y, sin embargo, los que invierten con estrategia no lo hacen porque el clima esté perfecto.

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